lunes, 14 de diciembre de 2009 | By: Compañero de Milicia

Sacale la roja



Dando vueltas en su esponjosa cama de tres plazas, por unos instantes. Con su mirada tratando de alcanzar una respuesta en el oscuro infinito, en algunos otros. Enciende la lámpara que obtuvo como botín en alguna guerra, se levanta y comienza a caminar de lado a lado por su espaciosa suite haciéndo el menor ruido posible para no despertar a sus familiares que duermen placenteramente en las habitaciones contiguas, medita sobre todo lo que ha hecho, sin embargo continua alejado de Dios. Se vuelve a acostar. No puede dormir. Se sienta abruptamente, abre el cajón de su mesita de noche y con las manos temblorosas empieza a buscar una diasepan que ingerir y poder dormir. No las encontró. Olvido que la ultima dosis se la había tomado ayer, aunque sin mayor resultado que el de hoy. Una vez más parece resignarse a una nueva amanecida. Al fin, logra ver un rayo de luz que se filtra por las persianas semiabiertas de la ventana, ya los pajarillos cantan, la luna ya se metió, ah, pero eso si, no tiene ganas de cantar las mañanitas. Sale de su cama se dirige al baño caminando con dolor, piensa en tomar leche mas seguido, los huesos le duelen. Mientras camina ve su arpa colgada de una pared, esta empolvada y con las cuerdas rotas. Llega al baño y se mira en el espejo, se asusta un poco, cada día que pasa las ojeras son más notorias. Pero ¿Qué más puede esperar? Han pasado ya varios meses en la misma situación, con las mismas inquietudes, los pesares de siempre, la conciencia le acusa a cada momento. Al principio todo precia color de rosa. Urías estaba muerto, él tenia una nueva esposa, las circunstancia presagiaban un final feliz. Dentro de algunos meses tendría un hijo con Betsabe. Es más, ya le andaban buscando un nombre en una revista, su habitación estaba siendo decorada con los postres de los dibujos de moda; los de Backyardigans por aquí, los de Ben 10 por acá, los de Barnny… no los de Barnny no le van a gustar. Todo estaba quedando perfecto. No había la malvada bruja que les arruine la fiesta. Todo era felicidad, “mas esto que David había hacho, fue desagradable ante los ojos de Jehová” [2 Samuel 11.27b]. Una falsa felicidad. Dios no era mencionado para nada en toda esta historia. David casi desesperado y con intrigas. No buscaba a Dios. La magia de este guión ya estaba extinguida. No hay más apologías. No hay mas salmos, la venustez del trazo de su pluma se ha perdido, se extraña al lírico David ¿no es así?, pero a cambio tenemos al David encubridor. El tiempo ha pasado agonicament6e y David no esta muy bien que digamos. Mejor veamos como él mismo mas adelante describió su situación:
Mientras calle, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Por que de día y de noche se agravo sobre mi tu mano; se volvió mi verdor en sequedad de verano [salmo 32.3,4]
David al borde de la desesperación, la mano de Jehová estaba sobre él, Dios no quería ver a David en esas condiciones.
Natan entra en acción, ha sido enviado por Dios. Va hacia la secretaria de David y le dice que necesita verlo pronto. Ella le niega su petición, le dice que la agenda de rey esta recargada y además de eso se encuentra en una terapia reanimadora de espíritu. Natan comienza a indagar, no puede posponer el encuentro, así que le dice a la arrogante señorita que ha sido enviado de parte de Dios. Ellas se queda lela y agrega: ahh… este, pensándolo bien creo que el rey esta dispuesto, adelante. Natan entra y comienza a dialogar con David. Le cuenta algo como esto: había un hombre rico que poseía un montón de ganado, y uno pobre que solo tenia una corderita. un día vino un visitante al hombre rico, pero el no quiso tomar de su ganado, para guisar para el visitante, sino que tomo la única corderita del pobre y la preparo para el que había venido a él.
El furor de David se encendió y le dijo entre otras cosas que el que había hecho eso era digno de muerte. Natan le menciono su crudo epitafio: “tu eres aquel hombre”. También le dijo: “¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.” [2samuel 12.9]
El mal que vendría a David era irrefutable. Pero David no aguanto más, no podía seguir viviendo así, ya no resistía tanta angustia, no resistía ser más el David encubridor, necesitaba confesar su pecado. David le diría a Natan lo siguiente: “…Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.”[2samuel 12.13].
Imagino la alegría y satisfacción de David al confesar su pecado y sentir la dicha del perdón. Un David con un nuevo comienzo, una nueva oportunidad venia sobre el. No más noches de desvelo, de intriga. Bastante calcio. Huesos reparados. Aunque el hijo que esperaba murió, pero igual vendrían muchos mas. Experimentaría las consecuencias, pero su conciencia no lo acusaría mas. No moriría por causa de su maldad. Todo estaba saldado. Su pluma recuperaría su bello trazo, cánticos emanarían de sus boca “señor abre mis labios”. Escribiría uno de sus mas bellos salmos [el 51, te lo recomiendo, analízalo].

Y ahora ¿tu?
¿Que cosas son las que te afligen cada día? ¿Has pedido perdón ya por ellas? Te peleaste con un amigo. Después de todo, sus puntos de vista no eran los mismos que los tuyos, así que terminaron por tener una fuerte y dolorosa pelea. ¿Le has pedido perdón a Dios por eso y por consecuencias a tu amigo también? ¿Que es lo que causa desvelo en ti cada noche?. Tu jefe no te cae y le deseaste lo peor. Tu líder te llamo la atención y reaccionaste muy mal. Tu maestro de escuela dominical dijo algo que no te gusto y lo crucificaste en tu mente. Situaciones pequeñas, pero que te hacen sentir mal. Te remuerden la conciencia, no te dejan vivir tranquilo. Basta de eso. ¿Tienes miedo del que dirán, que alguien se entere de tus fallas y quedes como el peor pecador? No es así. ¿Dejaras de ser un encubridor o te conformaras a ello por más tiempo? Saca tu pecado de ti. Muestrale la tarjeta roja. No la amarilla, la ROJA.Confiésaselo a Dios y pídele perdón, El es fiel y justo para hacerlo. Ruégale a Dios que te limpie, que te lave de tu maldad y como David… regálale tu mejor alabanza!!!

3 comentarios:

cesar Moreno dijo...

toño, gracis por esta publicación ha sido de bendición para mi vida, pude ver algunas coas que habia olvidado.

césar Moreno

Tejedora dijo...

Lindo post. Saludos

Kirie dijo...

Totalmente Cierto, al parecer tu madures de tu sabiduria se esta haciendo grande al ayudar alos demas.
Gracias Totales