miércoles, 7 de julio de 2010 | By: Compañero de Milicia

A Ritmo del Mundial


No quería dejar pasar el éxtasis futbolero que estamos viviendo, sin escribir algunas líneas que aludan al mundial. Hace buen tiempo que estaba con las anas de publicar, sin embargo hasta las minúsculas actividades te acaban por consumir las horas dejando como saldo pequeños lapsos para ponerte en contacto con la sociedad. Sin mas preludio me meteré de lleno al mundial.


Dentro de unos días se jugara la gran final de este pomposo certamen, España y Holanda harán de las suyas para ver quien levanta el codiciado trofeo. Mi hermana se muere por el Guaje Villa, y a pesar de que la novia de Casillas sea una gran tipa Yo me las juego enterita por Holanda, tal ves eso por el resentimiento innato contra la “madre patria”[que tuvo esclavizados a nuestro ancestros]. Este mundial tuvo de todo, quien no se sintió conmovido al ver a jugadores llorando al cantar su himno. Para muchos el favorito quedo eliminado y con ello se le resto una cuota de emoción al mundial, y es que, quien va a negar que Brasil fuera la gran vedette del escenario. Argentina fue como un perro que ladro mucho e hizo poco, y con un amo recontra fanfarrón. Ahh! Pero eso sí, me pongo de pie al oír “Uruguay”, esos tipos jugaron con lanza en la mano y cuchillo entre dientes, quien no vibro de emoción con este equipo, en algún momento quise ser uruguayo y sumarle un poco mas de corazón al grito gutural que lancé al ver a Uruguay imponerse sobre Ghana. Aunque también tengo que aceptar y mencionar que los ojos se me llenaron de lágrimas al ver el comercial, que hizo la cadena televisiva que transmite los partidos, en donde salen personas profiriendo palabras de aliento a nuestra selección para que pueda ir al próximo mundial [brasil 2014]. Yo al igual que ellos no me quiero morir [o ser arrebatado por Cristo] sin ver a mi Perú en un mundial. Es hora de que esos 11 jueguen por los 25 millones de peruanos sentados, con el corazón palpitando en la mano, frente al televisor.

Es increíble la pasión que le ponemos al fútbol [me incluyo], un simple juego de 90 minutos se hace dueño de un montón de: dinero, concentración, tiempo, etc, etc… ¿imaginas como seria la vida cristina si le pusiéramos esa misma pasión y dedicación que le ponemos al fútbol. Si con la misma emoción con la que conversamos sobre los partidos, planearemos hacer cosas que agraden a Dios? De seguro que fuera algo formidable, en vez de que tengamos diferentes candidatos al titulo, todos “jugaríamos” con los ojos puestos en Jesús, anhelando nuestra patria celestial.
Si por algo escribí este post no fue porque quise hacerte reír o conmover tu estado emocional [aunque si lo hice me felicito], sino porque tuve la intención de animarte [y animarme a mí también] a que sigas corriendo con gozo esta carrera tan difícil de la vida cristiana, a que tal vez al ritmo con que se vive el mundial vivamos la vida cristiana: con pasión, con esfuerzo y con mucha alegría. Recuerda que lo que hacemos no solo es cuestión de 90 minutos y se acabo, sino que es una larga carrera que tiene una recompensa en el cielo.
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible” [1Corintios 9.24, 25]