miércoles, 7 de octubre de 2009 | By: Compañero de Milicia

El centro de nuestra adoracion


Como algunos podrán recordar, hace unos dos meses aproximadamente, colgué en mi blog un articulo que a varias personas les pareció interesante, tanto así que hasta alguien le hizo una critica escrita en donde coincidía con algunos principios y trataba de refutar los otros; si bien es cierto que todos esos rudimentos expresados se basan en su mayor proporción en las sagradas escrituras, acepto todo tipo de criticas y puntos de vista de cristianos y no cristianos. El mencionado artículo que lleva el titulo: ¿ya sabes quien eres? [lo puedes leer haciendo clic en ver entradas antiguas], esta dirigido a personas que ya son cristianas, ósea que han puesto su fe en la muerte substitutoria y el pago de Cristo por nuestros pecados, y como el titulo lo avizora trata de que sepamos quien realmente somos. Aunque el inicio de dicho post refleja frustración por parte mía ya que se suponía que esa jugosa información iba a ser parte del boletín mensual pero al final no lo fue, líneas mas adelante comunique que mi mayor motivación no fue la contrariedad que se apropio de mi ser en un acto maquiavélico, la cual hizo que me aventurara a publicar eso en mi blog, sino el interés de mi parte en que otros al igual que yo pudieran comprender un poquito mas quienes somos en relación a Dios.
Luego de aquella vez en la que me incitaron a escribir, ha habido varias otras ocasiones en las que me alcanzaron la propuesta de redactar unas cuantas líneas para ser publicadas en el boletín mensual, lamentablemente, al igual que la primera vez, se vieron trabadas todas mis esperanzas de llevar un articulo mió al susodicho boletín, a veces por culpa mía y otras por culpa de lo desconocido. Sin mas preámbulos y entrando un poquito mas en el meollo del asunto, les contare que el día domingo cuando el culto ya había finalizado, me escabullía apresuradamente entre el turbulento gentío, para alcanzar esa luz blanca que significaba la salida a la calle. Ya afuera trataba de evitar a cualquier parlanchín que se me acercaba con tal de poder comprar lo mas rápido posible uno de esos revitalizantes helados [sobre todo después del culto], fue en ese preciso instante que de repente se apareció Yuli [tan imprevista, como siempre] que con unos jalones me llevo hacia un lado para decirme que escribiera algo acerca de la adoración y se lo entregara en la noche. Ante su repentina propuesta [¿o fue un mandato?] quede un poco sobresaltado e indeciso; por un lado quería hacerlo por que ya de antemano el componer es algo interesante, por el otro, temía que como en ocasiones anteriores todo quede en nada, además tenia que hacerlo en un dos por tres ya que era para la tarde [y como se deben imaginar soy un adolescente muy ocupado…jaja], pero al final mi osadía pudo mas y le dije que si, que para la tarde se lo traería hecho.
Ya en mi casa, era testigo de cómo minuto a minuto el tiempo se me iba agotando y n0o es porque me daba pereza hacerlo, sino que, para los que no saben, sigo un riguroso y aburrido [para otros] horario en el que tengo que hacer algunas cosas totalmente personales. Cuando termine de hacer mis tareitas me prepuse redactar el articulo, pero como a veces me sucede entre en un estado de Cerebrus- vacius, ósea para ti que no entiendes mi idioma, es cuando no se me viene nada a la cabeza, cuando agarro un lápiz y comienzo a escribir piedras. De rato en rato levantaba la mirada y contemplaba como las manecillas del reloj corrían cada vez más rápido, como si estuvieran en maratón. ¿Qué apuro tienen? Me preguntaba, ya habiendo entrado al punto mas critico de mi cerebrus- vacius, eso es cuando ya totalmente decepcionado suelto el lápiz, cierro el cuaderno, me muerdo todas las uñas y empiezo a pensar que tal vez deba ponerme a hacer empanadas con relleno, trabajos de bisutería o ponerle nombres a los postes de luz.
Llego la hora de alistarse para la noche. Una veloz planchada con comba a mi camisa y pantalón con tres rayas, lustrada a mis zapatos hasta que reflejen mi rostro, una lavada de cara, una pasada de manos por el cabello húmedo, un abrir y cerrar de mi cajonsirijillo para husmear que todo este en orden, una vueltesita frente al espejo y me encontraba rumbo al templo.
Para no hacer mas largo el relato diré que, para suerte mía Yuli me dijo que se lo mande el día lunes a su correo. El lunes, después de haber almorzado y terminar de hacer mis lecturas, retome lo que había dejado inconcluso el día anterior. Abrí mi cuaderno [ese que hasta el día de hoy no puedo forrar] con las mas buenas vibras e hice una oración, como suelo hacerlo, entregando mis escritos a El. Una de las cosas que he aprendido en estos mese es que cada vez que escribo debo buscar gloriarle a trabes de eso y también que cuando a veces no puedo escribir es simplemente por que El no quiere, tal vez por que sabe que otro dia lo voy a hacer mejor, o sabe que mis intenciones no son buenas y voy a plasmar cosas que no le agraden para nada, así que cuando me dan esos “ataques” de cerebrus- vacius El me esta diciendo: No toño, hoy ¡NO!.
Asi que, habiendo abierto mi cuaderno proseguí con mi post. Debo confesar que por ratos me desanimaba de crearlo, ya que como te puedes imaginar, la secretaria le iba a dar el visto bueno y , pues, una secretaria siempre es bien minuciosa y además tajante con lo que no le gusta, por eso tenia miedo de dárselo y que me lo devuelva por la cara. A, pero eso si, cuando las cosas vienen de Dios no hay quien te detenga, ergo, si Dios es con tigo ¿Quién contra ti?. Dejando de psicosearme, concluí mi pequeño, pero para nada desdeñable articulo correspondiente al mes de octubre, el cual fue recibido animosamente por la secretaria de la iglesia que sin tergiversar su contenido lo publico para darle un poco de información a los lectores y toda la gloria al único Dios.
A continuación podrán leerlo. Espero que les guste y que sea de bendición para sus vidas. Adoremos a nuestro creador por que el es digno de suprema alabanza. “Toda la tierra te adorara, Y cantara a ti; Cantaran a tu nombre” [salmo 66. 4]
Este es el mes donde el tema principal es la adoración a Dios. Para muchos el mes de octubre esta totalmente relacionado con el salir por las calles y llevar a hombros una imagen o simplemente andar robotizados en multitud, acto contraproducente a lo que Dios desea. Nosotros los cristianos procuramos hacer lo que es agradable ante los ojos de Dios, por eso buscamos darle una adoración genuina, pero a veces confundimos esa adoración; nos enfocamos más en el trabajo arduo cuando también deberíamos prestarle atención a otras cosas.

Lucas 10: 38 – 42, nos relata la historia de que Jesús fue de visita a la casa de dos mujeres. Maria, una de ellas se sentó a sus pies y comenzó a oír atentamente su palabra, pero Marta estaba preocupada con muchos quehaceres. Marta, en un ato natural, se dirigió a Jesús y le dijo que mande a su hermana a que le ayude; a lo que Jesús respondió: “Marta, Marta, afanada y turbada estas con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte…”

En ocasiones nos parecemos mucho a Marta. Tenemos las mejores intenciones, queremos adorar sirviendo a Dios de una buena manera, pero nos afanamos e inquietamos tanto con esas labores, que terminamos inconcientemente por negarle la prioridad a Dios. Hagamos las cosas de una manera equilibrada, a su tiempo y dejemos que Dios sea...
El CENTRO DE NUESTRA ADORACION