jueves, 24 de diciembre de 2009 | By: Compañero de Milicia

Una historia de navidad


De repente despierto desesperado. Miro el reloj. No, no puedo creerlo, son las 7:30 de la mañana. Que exasperado me siento, había planeado despertarme a las 5:00 y salir a dar unas vueltas por las avenidas que colindan con el estadio, es que q esa hora no hay nadie por ahí, las calles son desiertas y el ambiente es propicio para analizar bien las circunstancias, para darte una lavada de cerebro y de paso contemplar la extraña salida del sol. Quería meditar por un momento, darle un poco de “sentido” a esta navidad, intentar respirar en el aire el aroma navideño. No más oxigeno. Necesito llenar mis pulmones con esperanza, alegría, ilusión. No pude salir. Es tarde. La gente ya merodea por ahí. Me gusta la soledad prevista, es buena cuando tienes que reflexionar. Creo que no me desperté a tiempo porque la noche anterior no concilie el sueño gracias a esa líneas de pensamientos que cruzaban mi mente ¿quieres saber lo que pensaba? No te lo diré. No hay caminata. No hay más planes. Entonces ¿que hacemos ahora? Que tal si retrocedemos en el tiempo ¿te parece bien 2009 años? mmm… hagámoslo.

Es una pequeña aldea. Hay muchas ovejas. Las cabañas están distanciadas y son pocas. Veo una que es, mejor que las demás ¿será la indicada? Déjame atisbar por entre las rendijas. No ahí no es, creo que me voy a perder. Aguarden creo que la encontré. La ventana esta abierta, bueno el agujero que hace el papel de ventana, puedo observar a José, esta de pie; Maria esta echada, parece que esta por dar a luz. Que raro, no hay partera, solo unos cuantos animales que miran atentamente. Voy a acercarme. No, mejor no, esperare un momento, mientras tanto voy a esconderme entre los pastizales. Mejor detrás de una pequeña higuera. Que no me vean, no quiero echar a perderlo todo. su biografía esta apunto de empezar. Un pueblecillo. Una diminuta ciudad que si mal no recuerdo de no ser por David y algunos profetas seria de completo anonimato para la gente extranjera; José lo sabe es natal de este pueblo, no quería venir pero por edictos mayores tuvo que hacerlo y ni modo, tuvo que traer a Maria con él, que por cierto, esta embarazada y falta poco para que de a luz ¿ya mencione eso no?. Ah! Pero lo que no les dije fue que esta ciudad es Belén. ¿Belén? Si Belén. ¿Pero de Belén puede salir algo bueno? Si, ya lo veras. Es un hogar de pastores, tiene hermosas colinas, el cielo esta atiborrado de estrellas, aunque no veo la gran estrella. Diferentes frutos, olivos, higos. Dios la ha elegido para presenciar el nacimiento del salvador. Un pesebre. Una cabañita. Alto, de la sigo describiendo. Ya va a nacer, voy a tratar de acercarme un poco, solo un poco. Nació. Nació. Nacióoo! No llora, vamos José, dale unas cuantas palmadas ¿acaso nunca viste que las enfermeras hacen eso?, al fin, creo que me leyó el pensamiento. El niño llora y unas lanudas ovejas se convierten en su primer testigo. Miles de personas se amotinan a fuera de la cabaña para poder ver a Jesús. No, a quien le quiero engañar, eso no esta pasando, compréndanme es la emoción. Aaaa, pero eso si hay unos cuantos pastores que están por ahí, que dichosos se deben sentir. Todo es alegría allá adentro. No te imaginas la cara que tiene José, cualquiera que lo vea diría que acaba de sacarse la tinka, aunque ese regalo es aun mayor que eso; y Maria esta súper emocionada, es mama por primera ves, desde este ángulo se puede ver la sonrisa de oreja a oreja que pone. El niño es bello, es pequeñito, parece un niño cualquiera ¿pero en verdad lo será?. Volvamos al presente otra vez. Hay algunas cosas que decir…

Ese niño tal vez al principio jugaba por ahí con sus amiguitos del barrio, aunque el era sin pecado. José se esforzaba en hacer un mueble y como buen hijo que era Jesús, en algunos momentos seguro que lo ayudaba. La gente tal vez no se imaginaba que después tendría poder para sanar, hacer milagros y muchas mas cosas, era incrédula al creer que esa pequeña criatura seria capaz de hacer algo. Ese niño creció. No siempre fue niño. Creció. Y las cosas muchas veces no le fueron bien. Sufrió en exceso, la gente lo odio demasiado. El era limpio, sin pecado, era el hijo de Dios, sin embargo la gente no creyó en el, lo ligaron con el pecado, hasta lo catalogaron como hijo del diablo. El hacia el bien a los demás ayudaba a todos, era un ejemplo inexpugnable de amor. Quisieron desacreditarlo en todo momento. Buscaron cada ocasión que pudieron para tratar de convencer al resto que era un pecador. Lo acusaron y lo acusaron. Lo hicieron sin éxito. Acusaciones falsas. El pidió pruebas “¿quien de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo verdad, ¿Por qué vosotros no me creéis?” [Juan 8.46]. No creían que el era el redentor. Pero si, lo era y trajo libertad, esperanza para un mundo que la necesitaba, que la pedía a gritos desesperados. Todo lo que hizo, todo el sufrimiento, todo lo que resistió lo hizo por amor a nosotros ¿difícil de creer, no? Pero es así. Murió en la cruz, para poder darnos vida, para redimirnos. Increíble, pero ciento por ciento. Una oportunidad para poder alcanzar la salvación. Aunque eso depende de ti. Jesús lo hizo todo, resucito, venció la muerte y trajo la felicidad para los que se arrepienten y lo aceptan.

Pero a todo esto parece que ahora la gente ya no recuerda muy bien esto. Solo se ve la navidad como una simple costumbre y nada mas… regalos, panteón y chocolate. Compras y preocupación por la indumentaria. Escuchaba una linda canción de niños [ese momento quería volver a ser niño jaja] y parte de la letra decía así [algo así]:

… Cristo por mi sufrió… navidad, navidad ¿Cuánto simboliza esto para ti?... no solamente regalos, ni bizcocho con chocolate, es que al nacer nos dio Jesús nueva vida con amor…pero existe algo mas que siendo el niño Jesús vino al mundo a sufrir. Cristo ha muerto en la cruz…

Ese fue el propósito del nacimiento de Jesús, darnos esperanza, una nueva vida. El murió por amor a ti.

1 comentarios:

Kirie dijo...

ja tu y tus aventuras bien!!!!